It’s natural
to make time for self care
Si piensas un segundo en el momento en el que sales de la ducha y empiezas tu rutina de autocuidados, ¿dónde te pones crema? Quizá en las piernas, en los brazos y pasas rápido por alguna zona más, ¿cierto? Después la cara, el contorno de ojos y hasta un serum para el pelo. ¿Y tu pecho?
It’s natural
to dedicate time to all of your body parts
El pecho y el escote suelen ser dos de los grandes olvidados en las rutinas de belleza.
Una de las zonas más sensibles es la piel del busto que, a lo largo de los años, cambia de forma y tamaño, y es el área que sufre los primeros signos de envejecimiento. Además, de ser una zona erógena, es fuente de vida y placer, por eso es importante que conectemos con esa parte de nuestro cuerpo y prestemos una atención plena a cada milímetro de piel que protege el pecho.
It’s natural
to connect with your body
Escote y busto son zonas que, normalmente, olvidamos cuidar, hasta que descubrimos las primeras arrugas.
La piel de la zona del escote es más fina, y por lo tanto, tiende a caer. Además, no posee musculatura propia y es una de las zonas del cuerpo más expuesta al sol y otros factores que aceleran su envejecimiento, por lo que es de las que más cuidados necesita.
El busto pasa por diferentes momentos: puede perder elasticidad o tono muscular, tener la piel deshidratada o que el volumen haya bajado por circunstancias concretas como adelgazar mucho, la edad o por trastornos hormonales.
Debemos tener en cuenta que son de las primeras zonas en presentar signos de envejecimiento debido a las variaciones de tamaño, las agresiones de factores externos como el sol, el viento o la polución o nuestros hábitos de vida, así que nunca es pronto para comenzar a cuidar estas zonas, y aprender del cuidado natural del busto.
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