El Geranio, y en concreto la especie botánica Pelargonium Graveolens, es una planta capaz de sorprender con una de las esencias más valiosas en el mundo de la perfumería y la cosmética. Su fragancia confiere un toque floral, fresco, dulce y con una nota afrutada en los perfumes.
La planta es rica en su aceite esencial de color amarillo pálido y verde. Éste se obtiene como resultado de la destilación por arrastre al vapor de los tallos, hojas y flores del geranio. En algunos países también se obtiene el absoluto de geranio, macerando la planta en una grasa inodora y posteriormente extrayendo la esencia mediante un disolvente alcohólico. El aceite esencial se compone básicamente de sustancias volátiles que son las responsables de configurar el dulce aroma de carácter fuerte característico del geranio.
Resultados cosméticos del Geranio
En relación con las propiedades cosméticas, el geranio presenta un efecto tonificante, tensor y reafirmante del tejido. Un ingrediente indispensable por ejemplo en un preparado reafirmante del busto. También presente en formulaciones anti-aging por su poder antioxidante que previene la aparición de las arrugas.
Al igual que otros aceites esenciales, el geranio posee un poder regenerador celular importante, por lo que se convierte en un gran cicatrizante de la piel y una gran ayuda en casos de pieles atópicas o sensibles gracias a su eficacia como antiinflamatorio en casos de acné o presencia de eczemas. Lo podemos encontrar también en productos de higiene íntima pues puede actuar como antiséptico o desinfectante y es altamente dermoprotector. Junto con el aceite vegetal de almendras constituye un buen limpiador del rostro además de aportar una capacidad astringente y reguladora para pieles grasas.
Debido a la acción purificante y detoxificante anteriormente citada, también es un gran aliado para combatir la piel de naranja en formulaciones contra la celulitis.
Por lo tanto, el geranio se puede definir como un ingrediente polivalente capaz de aportar distintos resultados en medios diferentes : cremas, geles, como ambientador aplicado en un difusor de aromas, etc. Importante tener en cuenta que si se desea añadir en algún aceite portador (almendras, sésamo, germen de trigo, etc.) respetar las cantidades recomendadas que son disoluciones al 1% para uso facial y al 3% para uso corporal. Siguiendo estas pautas se conseguirá un efecto óptimo del producto sin provocar riesgos inoportunos para nuestra salud cutánea.
La esencia femenina y el poder regulador del geranio
El geranio es un gran equilibrante general, tanto a nivel físico como a nivel psíquico. A nivel físico por su capacidad reguladora a nivel cutáneo, estabilizando la producción del material seboso en el caso de pieles grasas o incluso en cueros cabelludos grasientos. De la misma forma y gracias a dicha capacidad reguladora, también aporta un balance para la hidratación de la piel seca. Gran influyente en las cápsulas suprarrenales donde se producen las hormonas, tales como las sexuales, hace que convierta en un experto regulador de los ciclos menstruales o menopáusicos, aliviando los símptomas característicos de dichos periodos. También se recomienda en casos de infertilidad. De la misma forma puede ser un gran aliado para la diabetes pues puede regular la producción de los azúcares.
A nivel psíquico el aceite esencial de geranio constituye un gran aliado contra situaciones de estrés. Muy eficaz en casos de sobreexitación infantil o hiperactividad. En un difusor de aromas ayuda a calmar la mente de los niños en episodios de nervios y descontrol. Por otra parte, y debido a las citadas propiedades equilibrantes del sistema hormonal, el geranio ostenta por su naturaleza un vínculo muy ligado al mundo femenino, aumentando la confianza y la autoestima de la mujer. Aportando además, un leve poder afrodisíaco a todas las preparaciones de las cuales forma parte. El geranio se relaciona a la perfección con la pequeña y lujosa familia de los aceites esenciales femeninos tales como la rosa búlgara, el neroli, el ylang-ylang o el jazmín, pues todos ellos aportan una sensibilidad aromática digna de las sinergias más ligadas a la delicadeza de la mujer.