El aceite esencial de pino es conocido desde hace mucho por nuestros antepasados que, antiguamente, inhalaban este aceite esencial procedente de los climas nórdicos para beneficiarse de su acción balsámica en los bronquios. Crece en la montaña, en suelos arenosos o de gravilla. Presenta una corteza gris púrpura, hojas aciculares rígidas, con flores macho amarillas y flores hembra rojas, y un cono ovoide verde que tiende al marrón en estado de madurez.
El aroma de pino ayuda a mejorar la respiración, desinfectar las vías respiratorias y purifica el aire en ambiente de fumadores. Tiene numerosas aplicaciones en cosmética. Es un potente antiséptico. Desinfectante adecuado para baños de pies, baños de asiento, etc. También es antiinflamatorio, desodorante y refrescante. Útil en los baños para refrescar la piel y prevenir y calmar trastornos respiratorios o mezclado con cera de abejas o aceite de jojoba para fricciones del tórax. En aceites para masaje tiene acción calmante y analgésica, mejorando la circulación.
Entre sus propiedades y beneficios destacan:
A Nivel Cosmético: desodorante, dermoprotector, tónico.
A Nivel Terapéutico: antimicrobiano, antineurálgico, antireumático, antiviral, diurético,expectorante, hipertensor, insecticida, rubefaciente, estimulante.
A Nivel Psicológico: estimulante de la corteza adrenal, la circulación y el Sistema Nervioso Central (SNC), revitalizante.
Uno de los aceites esenciales de elección en la formulación de aceites corporales para el tratamiento de afecciones de las vías respiratorias, por sus propiedades balsámicas. A combinar con menta, eucalipto, tomillo y petit-grain.